sábado, 18 de agosto de 2007

¿Cómo llegar a una habitación “Chubi?










Simple. Atraviese la calle mirando hacia ambos lados, abra el portón y camine unos treinta pasos, luego con una llave (si no la tiene, solicítela tocando el timbre y le será enviada por la ventana) abra la puerta del block y comience a subir las escaleras. Al llegar al cuarto piso, tome la llave de color celeste e ingrésela a la cerradura, girando dos veces a la izquierda. Repita la acción esta vez con la cerradura de abajo por medio de la llave incolora. Cuidado con sacar la chapa.
Al ingresar no se asuste; comprenda que ahí viven estudiantes. Gire hacia la derecha sin mirar el baño ni la primera pieza, pues ahí sí que tendrá miedo. Al llegar a la muralla que contiene un afiche de actividades culturales, gire hacia la izquierda e ingrese a la segunda pieza: ha cumplido su objetivo.

Pero, claro, una cosa es llegar y otra muy distinta es comprender las implicancias del concepto. Lea las siguientes líneas.
Un Chubi es un pequeño dulce de chocolate bañado en caramelo color fuete, prácticamente idéntico a la habitación, que mide aproximadamente un metro treinta centímetros de ancho y dos de largo, color naranjo.
Si lo que está viendo no se asemeja a lo descrito, puede que se haya equivocado de pieza o incuso de edificio. En ese caso procederé a describir el lugar con muchos más detalles, a modo que se haga una idea. Si lo logró revíselo de todas formas, pues aparecen indicaciones que pueden ser de vital utilidad. Créame.

La puerta café denota tiempo y descuido; por un lado contiene un collage de una tal “Fer”, probablemente admiradora de Fernando González quien aparece en varios recortes acompañados de frases como “I love you” o “Fuck me…”, también se observan números y fotografías de personajes como Titi Larraín de la serie Casado con hijos, Gollum de la película El señor se los anillos, entre otros. Por el reverso, unos

desgastados horarios del primer semestre con ramos de Cálculo, Álgebra, e Introducción a la Ingeniería (podrá imaginar el terror de quien sí logro conocerla).
El naranjo de la muralla está cubierto por afiches de la película Amelie, del Festival de Cine joven Rengo 2007, de “La pobreza no cae del cielo” (una exposición realizada el año 2006 en el Centro cultural Estación Mapocho, donde aparecen figuras del medio artístico tales como Bono, Alanis Morissette, y la chilena Juanita Parra), una serigrafía en que aparece un hombre de 60 años aproximadamente, un coleccionable de la revista El Pluralista conmemorando el viaje de “Cartagua 2007” y el papel de la carátula del disco “Jardines Humanos” de Francesca Ancarola.
En el cielo, una pantalla de lámpara color rosada.
Aparentemente, el lugar fue recientemente ocupado por otra persona, pues la concordancia ente los elementos de la puerta y el cielo con los de la muralla es casi nula.

Siguiendo con los elementos propios de una habitación, la cama es americana de plaza y media cubierta por franjas cafés y naranjas. El velador es simple, y contiene una lámpara, a su lado dos pares de zapatillas. En el suelo, una bajada de cama celeste con Homero Simpson expresando: “D’oh”. Si está cansado recuéstese, sentirá la comodidad (De acá en adelante las indicaciones sólo servirán para quienes están en la casa). Si necesita aire fresco abra la ventana con mucho cuidado, de lo contrario podría conocer los misterios de la muerte.
Si logra salir airoso del reconocimiento del lugar, guste de revisar el armario ubicado en el pasillo de la casa, podrá ver toda la ropa que ahí se encuentra perfectamente ordenada por tipo e incluso por color. En la parte superior se encuentra una colección del diario La Nación Domingo, que si gusta puede revisar. También puede visitar la cocina y prepararse un agüita de manzanilla o un café. De lo contrario abandone el recinto antes de ser descubierto.

[1] En alusión “Las casas Chubi”, un polémico proyecto habitacional entregado el año 2006 por el Servicio de Vivienda y urbanismo (SERVIU).


















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