martes, 20 de noviembre de 2007
lunes, 15 de octubre de 2007
El efecto Oppenheimer
miércoles, 3 de octubre de 2007
Björk en mis manos
martes, 25 de septiembre de 2007
Páginas Sociales: 18 Deluxe, en la popular!
Los Christianes: mírame sólo una vez
"He dejado rastros en el camino
solo tú, me hallarás, solo tú
te he esperado tanto bajo la lluvia
ya no sé, si seguir, ya no sé
Mírame solo una vez, solo una vez
Mírame solo una vez
sin despertar nunca mas, como un sueño,
sin final, yo estaré, sin tu amor
El color de viento trae tus recuerdos
son de ti, son de mi, son del sol
vagaré por mundos entre al gente
vagaré sin pensar, sin tu amor
Mírame solo una vez, solo una vez
mírame solo una vez
sin despertar nunca mas, como un sueño
sin final, yo estaré sin tu amor
Espero que vengas por mi
antes que salga el sol
y si el sol sale te esperaré hasta morir
(o hasta que muera el sol)
He dejado rastros entre la lluvia
solo tu los verás, solo tú
Mirame solo una vez, solo una vez
mírame solo una vez,
sin despertar nunca mas, como un sueño
sin final yo estaré sin tu amor"
Páginas Sociales: 18 Deluxe
sábado, 1 de septiembre de 2007
“El así llamado caos”
Mientras en España alrededor de 40.000 personas se arrojaban tomates maduros, en Chile se arrojaban bombas y gases.
Ayer, 29 de Agosto del 2007, miles de de personas salieron a la calle para decirle “no al neoliberalismo” y a las consecuencias que este modelo genera. Los adherentes se reunieron en Plaza Italia, Estación Mapocho, Alameda con las Rejas, y en Avenida Matta con San Diego, para luego dirigirse hacia el centro de la capital.
Sin embargo, el actuar de Carabineros, impidió en gran medida la consecución de ese objetivo, utilizando un amplio contingente y una violencia nunca antes vista, mediante fuerzas especiales y los ya típicos carros Lanza aguas y Lanza gases, más conocidos como “Guanaco” y “Zorrillo” respectivamente.
El subsecretario del Interior, Felipe Harboe afimó que: "producto de las circunstancias pueden producirse algunas escaramuzas, en todo caso no hemos visto las imágenes, la labor de Carabineros es la mantención del orden público". Aunque un saldo de 670 detenidos, carabineros y manifestantes heridos, un Senador golpeado en la cabeza, locales saqueados, y otros incidentes que hacen dudar tal afirmación.
En fin, “el orden público” resulta nuevamente la gran oportunidad para violentar y censurar las intenciones de los ciudadanos. Parece extraño que lo público excluya a un amplio sector de la población, ese que en muchas ocasiones ha sido señalado como “cobarde” e “injustificado”. E tema da para mucho.
Resulta extraño que en Chile, considerado por muchos el país más desarrollado de Latinoamérica sigan ocurriendo estas situaciones, en que los manifestantes son vistos como “la escoria” que debe ser combatida, o si se quiere, reprimida. Aparentemente, la herencia histórica todavía no se ha perdido del todo, produciendo una violencia que del conquistador al indígena, pasó del gobierno hacia el pueblo.
Quizás no se ha pensado lo necesario que resultan situaciones “carnavalescas” o de catarsis, a modo que la ciudadanía pueda liberarse sin violencia, o que esta sea canalizada. Una marcha de los trabajadores no se condice con destrozos ni bombas molotov, pero si se les impide ese bien tan preciado de decir lo que se piensa, no pueden esperar que los silenciados respondan en forma pacífica. Si estuvieran atacando al país, ¿no reaccionaría el gobierno utilizando toda la artillería que se tiene?
Claramente fue un error de la CUT no haber solicitado autorización a la intendencia para marchar por la Alameda, pues si bien el expresarse es un derecho, este está supeditado al ya trillado “orden público”. Pero un error más grande es contener al pueblo. La transición aún no termina.
¿No será momento de forjar una cultura ciudadana? La violencia, tanto de los manifestantes como de las Fuerzas de orden y seguridad no se justifica en democracia. Debemos luchar como chilenos para que todo quien desee marchar pueda hacerlo en calma, sin miedos de ser reprendido, sin actuar como si hiciera algo malo. Carabineros debería reprimir la violencia, no generarla. Debería actuar por la ciudadanía, no en contra de ella.
Cada día vemos como la economía, la salud y la educación se inspiran en los modelos europeos, quizás ya es hora de imitar su forma de movilizarse.
En Inglaterra un hombre lleva tres años viviendo en una carpa fuera de la casa de gobierno, donde tiene todas sus consignas en contra del apoyo entregado por el anterior primer ministro a la guerra de Irak; en Buñol, España cuarenta mil personas hicieron la popular “Tomatina” lanzando miles de tomates para luego dejar la cuidad tal y como estaba; en Francia grupos disidentes marchan por las calles sin violencia ni represiones.
Esto no es más que un llamado a un efectivo “gobierno ciudadano” y a la construcción de una sociedad realmente libre.
miércoles, 29 de agosto de 2007
...La letra de Utopia
we'd all slow down rest without guilt not lie without fear disagree sans judgement
we would stay and respond and expand and include and allow and forgive and enjoy and evolve and discern and inquire and accept and admit and divulge and open and reach out and speak up
This is utopia this is my utopia
This is my ideal my end in sight
Utopia this is my utopia
This is my nirvana
My ultimate
we'd open our arms we'd all jump in
we'd all coast down into safety nets
we would share and listen and support and welcome be propelled by passion not invest in outcomes
we would breathe and be charmed and amused by difference be gentle and make room for every emotion
We'd provide forums
we'd all speak out
we'd all be heard we'd all feel seen
we'd rise post-obstacle more defined more grateful
we would heal be humbled and be unstoppable
we'd hold close and let go and know when to do which
we'd release and disarm and stand up and feel safe
This is utopia
this is my utopia
this is my ideal my end in sight
utopia this is my utopia
this is my nirvana my ultimate
domingo, 26 de agosto de 2007
"Al duodécimo golpe"
Un sonido le hacía sentir que debía correr más rápido, o mejor dicho, presionar las teclas a la mayor frecuencia posible, a modo de entregar el texto a primera hora de la mañana. Algo le decía que no lo lograría.
Una música sonaba de lejos, y le impedía concentrarse. Algo en su cabeza le decía que podría acabar con su malestar.
Su pelo estaba sucio y enredado, su rostro descuidado y las uñas largas; a el no le importaba.
Tomó el abrigo negro y las llaves de la pieza, estaba decidido a acabar con eso.
Salió a la calle y encontró a unos hombres tomando; recordó aquellos tiempos en que eso para él era suficiente, esos en que no sentía “pititos en el oído” ni ganas de salir de su casa a las 5:25 de la mañana.
De un auto, un chico de unos 15 años le ofreció sexo, diciendo que sólo costaba $5000 pesos y que era absolutamente discreto. Él furiosamente le dijo que se fuera al demonio, que eso no era lo que andaba buscando.
Al caminar dos cuadras sintió con total claridad el sonido que lo había obligado a dejar de lado sus escritos de “Las riquezas de nuestro país”. El lugar era un galpón descuidado, un retrato del paso del tiempo y del arte callejero. Un lugar perfecto
La música era extraña, fuerte, incluso desmedida para un lugar tan tranquilo.
El riesgo era inminente, en cualquier minuto podría arriesgar su vida o ser víctima de quizás que cosa. Pero eso, ya no era su prioridad.
Comenzó a golpear la puerta y a pedir que le abrieran, consciente de lo patético que podía parecer. Al no obtener respuesta, comenzó a buscar algo con que golpear más fuerte. A pocos pasos encontró una piedra de unos diez kilos, con un tinte similar al de la puerta; aparentemente no era el único que había intentado entrar a como de lugar.
Al tercer golpe, una gota comenzó a correr por su frente, dejó la piedra y con la manga del abrigo sacó la huella del cansancio.
Al décimo segundo golpe, sintió un movimiento.
De la puerta salió una chica de look rockero, quien lo tomó del abrigo y lo tiró hacia adentro. La puerta se cerró.
Adentro había unas cien personas, él sintió impresión de no ser el único en el pueblo. Se acercó a la chica y le preguntó a quién podía comprar, y ella le respondió qué acá no se vendía nada. Él sonrió.
La mayoría bailaba, aunque un grupo no menor se encontraba en el costado, jalando seguramente. Giró en sus talones y comenzó a caminar rápidamente hacia ese lugar. Su “premio” estaba demasiado cerca. A punto de llegar, la chica lo tomó del brazo y lo interpeló diciendo: “¡tú no vas a ningún lado!”, él se soltó de ella empujándola hacia un lado. La chica cayó al suelo, él la miró con su expresión más burlesca y siguió caminando.
En el costado, había una mesa de pool cubierta por “coca”. Quien anotaba podía consumir. A él le pareció entretenido, pero le demandaría mucho tiempo, así que se acercó a la mesa e intentó sacar algo. En el acto, un tipo de su edad aunque mucho más fuerte lo tomó y le dijo que para consumir debía jugar, de lo contrario se las vería con él.
Esperó su turno por unos diez minutos, pero la necesidad era más fuerte. Rápidamente se acercó a la mesa a modo de sacar algo y huir.
A punto de llegar, el tipo clavó una cuchilla en su estómago. Cayó en la mesa, sobre su preciada sustancia, que al fin consumía. Poco a poco sentía la música, los recuerdos y las visiones entremezclarse de una forma nunca antes experimentada.
Ahora, podía morir en paz.
miércoles, 22 de agosto de 2007
Hoy (o mejor dicho ayer): Pedro Lemebel
Mi intención era ir a ver “La Fiesta” del italiano Spiro Scimone, en la dirección de Tito Noguera y la actuación de Claudia Di Girolamo, Alejandro Trejo y Ricardo Fernández. Un imperdible.
La micro bajaba por San Antonio y llegaba hasta la Alameda. Decidí bajar en Miraflores por la que caminé hasta llegar al Metro Bellas Artes.
Claramente estaba perdido, así que decidí pedir ayuda. Un hombre con pinta de ejecutivo me dijo que estaba dos cuadras hacia abajo, otra señora me dijo que no recordaba bien. No me quedó otra que devolverme.
Bajé dos cuadras y consulté a un Kiosquero, quien me dio una larga explicación. Le di las gracias y seguí caminando.
Ante la nueva sensación de desorientación, comencé a buscar algún indicio de que la calle era o estaba cerca de Esmeralda. Miré discretamente a ambos lados, pero no vi a nadie, salvo un señor de unos 50 años que caminaba ensimismado un par de pasos atrás de mí. Al llegar a Santo Domingo, dobló con intención de entrar a un edificio esquina, seguramente su hogar. Ante la oportunidad de acabar con mi duda, decidí acercarme.
- ¿Dónde está la calle Esmeralda?
- Debes caminar dos cuadras, no por Miraflores, por la otra.
Le dije que no entendía, mientras sentía que él era “cara conocida”. Me volvió a explicar; ahí el cuello polar sobre la cabeza, su rostro y forma de expresarse me hicieron despejar todas las dudas.
- ¿Eres Pedro?
- Sí.
Estreché su mano, suave y segura a la vez, pronunciando “mucho gusto”. Él sonrió y giró en sus talones, siempre muy sereno, a pesar de todo lo que ha vivido.
Creyendo que no era el momento, opté por no preguntarle nada, iniciando mi camino definitivo hacia las entradas que nunca conseguí.
sábado, 18 de agosto de 2007
¿Cómo llegar a una habitación “Chubi?
Simple. Atraviese la calle mirando hacia ambos lados, abra el portón y camine unos treinta pasos, luego con una llave (si no la tiene, solicítela tocando el timbre y le será enviada por la ventana) abra la puerta del block y comience a subir las escaleras. Al llegar al cuarto piso, tome la llave de color celeste e ingrésela a la cerradura, girando dos veces a la izquierda. Repita la acción esta vez con la cerradura de abajo por medio de la llave incolora. Cuidado con sacar la chapa.
Al ingresar no se asuste; comprenda que ahí viven estudiantes. Gire hacia la derecha sin mirar el baño ni la primera pieza, pues ahí sí que tendrá miedo. Al llegar a la muralla que contiene un afiche de actividades culturales, gire hacia la izquierda e ingrese a la segunda pieza: ha cumplido su objetivo.
Pero, claro, una cosa es llegar y otra muy distinta es comprender las implicancias del concepto. Lea las siguientes líneas.
Un Chubi es un pequeño dulce de chocolate bañado en caramelo color fuete, prácticamente idéntico a la habitación, que mide aproximadamente un metro treinta centímetros de ancho y dos de largo, color naranjo.
Si lo que está viendo no se asemeja a lo descrito, puede que se haya equivocado de pieza o incuso de edificio. En ese caso procederé a describir el lugar con muchos más detalles, a modo que se haga una idea. Si lo logró revíselo de todas formas, pues aparecen indicaciones que pueden ser de vital utilidad. Créame.
La puerta café denota tiempo y descuido; por un lado contiene un collage de una tal “Fer”, probablemente admiradora de Fernando González quien aparece en varios recortes acompañados de frases como “I love you” o “Fuck me…”, también se observan números y fotografías de personajes como Titi Larraín de la serie Casado con hijos, Gollum de la película El señor se los anillos, entre otros. Por el reverso, unos
desgastados horarios del primer semestre con ramos de Cálculo, Álgebra, e Introducción a la Ingeniería (podrá imaginar el terror de quien sí logro conocerla).
El naranjo de la muralla está cubierto por afiches de la película Amelie, del Festival de Cine joven Rengo 2007, de “La pobreza no cae del cielo” (una exposición realizada el año 2006 en el Centro cultural Estación Mapocho, donde aparecen figuras del medio artístico tales como Bono, Alanis Morissette, y la chilena Juanita Parra), una serigrafía en que aparece un hombre de 60 años aproximadamente, un coleccionable de la revista El Pluralista conmemorando el viaje de “Cartagua 2007” y el papel de la carátula del disco “Jardines Humanos” de Francesca Ancarola.
En el cielo, una pantalla de lámpara color rosada.
Aparentemente, el lugar fue recientemente ocupado por otra persona, pues la concordancia ente los elementos de la puerta y el cielo con los de la muralla es casi nula.
Siguiendo con los elementos propios de una habitación, la cama es americana de plaza y media cubierta por franjas cafés y naranjas. El velador es simple, y contiene una lámpara, a su lado dos pares de zapatillas. En el suelo, una bajada de cama celeste con Homero Simpson expresando: “D’oh”. Si está cansado recuéstese, sentirá la comodidad (De acá en adelante las indicaciones sólo servirán para quienes están en la casa). Si necesita aire fresco abra la ventana con mucho cuidado, de lo contrario podría conocer los misterios de la muerte.
Si logra salir airoso del reconocimiento del lugar, guste de revisar el armario ubicado en el pasillo de la casa, podrá ver toda la ropa que ahí se encuentra perfectamente ordenada por tipo e incluso por color. En la parte superior se encuentra una colección del diario La Nación Domingo, que si gusta puede revisar. También puede visitar la cocina y prepararse un agüita de manzanilla o un café. De lo contrario abandone el recinto antes de ser descubierto.
[1] En alusión “Las casas Chubi”, un polémico proyecto habitacional entregado el año 2006 por el Servicio de Vivienda y urbanismo (SERVIU).
miércoles, 4 de julio de 2007
"Nostálgico: Cosecha-Arranque 06'
Esta fué tomada para el día del profesor, que coincidía con una más de las pruebas del señor Antonio Cáceres, equivalente renguino de Raúl Muñoz. Imagínenlo. El cuento fué que nosotros aprovechamos el tiempo que empleaba en fotocopiar nuestra tortura para armar un vituperio de lujo. Teníamos papitas, suflitos, ramitas, y por supueso tortita. Cuando llegó, lo sorprendimos con ¡Sorpresa!, él se alegró, nos saludó, pero nos dijo que ordenaramos las mesas, pues la prueba se tenía que hacer sí o sí. Ordenamos, dimos la prueba, y celebramos, como siempre. Aún recuerdo lo enguatado que estaba ese día.
Las olimpiadas eran todo un evento; en especial el campeonato de conección, en que las minas estaban meses ensayando bailes por el simple hecho de ganar...que miedo.
A falta de una gira decente, nos aventuramos al mismísimo paríso del surf, Pichilemu.
Quedan muchas imágenes y anécdotas fuera de esta selección. De todas formas, queda mucha vida por delante para recordar esos años difíciles, a veces conflictivos, pero inolvidables.
lunes, 2 de julio de 2007
"En el medio del caos"
"...I want to be naked running through the streetsI want to invite this so called chaos that you'd think I dare not beI want to be weightless flying through the airI want to drop all these limitations and return to who I was meant to be..."
Había repartido cartas, fotocopiado y compaginado documentos, recibido quejas por su lento actuar, y aún así estaba contento. Dichoso de que pasaran las horas, los días, las semanas y el mes para recibir el sueldo; ciento sesenta y siete mil novecientos treinta y tres pesos lo hacían feliz, o bien le daban los recursos para poder serlo.
Cien mil pasaban directo al arriendo, los gastos comunes y la alimentación; cuarenta para pagar la infinita cuota de CMR que hasta el momento había sido la gran auspiciadora de su impecable pinta; diez para la micro; cinco para libros y discos (siempre ofertas); otros cinco para “La nación”; diez para disfrutar la juventud; dos mil para sopaipillas, arrollados primavera, u otro concepto afín; tres mil quinientos para cargar el celular; dos mil para el chanchito, mil para dos kilos de palta; y los tres pesos para alguna fundación. Los cuatrocientos treinta pesos restantes eran los que mejor invertía.
El teatro callejero siempre fue su pasión, desde niño amó el circo en especial los payasos, frecuentó las calles del centro para ver los espectáculos y tomó cursos de clown en el “El gran circo teatro de Chile” donde fue galardonado por su talento ajeno de pretensiones, pero a pesar de ello, nunca pudo actuar. Sentía que ese no era su rol: a él le correspondía crear, así que consiguió trabajo para sostener su empresa, y destinó aquellos pesos sin justificar–divididos en treinta raciones- para el mejor show del día.
Al llegar las cinco y media de la tarde se declaró libre. Marcó tarjeta y salió de la oficina para iniciar un largo camino a su casa. Aprovechó de caminar por Ahumada para ver a los vendedores, los transeúntes, uno que otro lanza, y por supuesto, las “Estatuas humanas”. Una le llamó la atención, era una chica muy joven vestida de rosa, a ella le entregó sesenta pesos (lo que corresponde a dos días de colaboraciones), la chica lo miró, le dio la mano y lo sacó a bailar, al terminar se reubicó para quedarse muy quieta a la espera de más gente dispuesta a darle una moneda. José siguió caminando.
“La Tercera” había llegado temprano, como siempre, y eso la alegraba. Tomó el periódico para ver que decía frente al tema. Conflictos limítrofes con Bolivia, tensos diálogos entre políticos-empresarios, críticas hacia Bush, los secretos de la pareja del momento y una amplia fotografía de un popular futbolista quien apostaba por el triunfo de uno de los competidores del campeonato mundial de fútbol. En fin, lo mismo de siempre, y Tunick no aparecía.
Sentía desilusión de que el único tema relevante para ella no fuera motivo de portada, se preguntó si su vida era “importante”, así comenzó a buscar la respuesta en el interior del diario.
La página 20 anunciaba en un pequeño recuadro el cambio de recorridos automóviles por motivo del desnudo masivo que se realizaría frente al Museo de Bellas Artes, al cual asistiría a como de lugar. Siguió revisando, con la esperanza de encontrar una mejor cobertura.
Cultura y espectáculos dedicaba una plana a Tunick, sus desnudos, la razón que lo traían al país, y cómo llegó a pensar el Parque forestal era el lugar perfecto realizar nuevas tomas para “Nude adrift”, una serie de fotografías tomadas en las principales ciudades del mundo, y cómo Santiago llegó a ser una de ellas por medio de los miles de mails de personas interesadas en sacarse la ropa y un par de otras cosas. Ella quien había escrito meses atrás cerraba el diario tras leer el horóscopo, y se aventuraba a ser parte de un evento que auguraba como imperdible.
Las calles, como siempre, estaban sucias y atestadas de vehículos desenfrenados, uno de ellos era la 606, la micro que debía tomar para llegar a Alameda y así caminar alrededor de diez minutos hacia el lugar de los hechos.
La micro era “una reliquia”, se podía advertir los miles de viajes realizados por el sonido del motor, los ventanales rotos, la desgastada araña en la palanca de cambios, el desteñido “El Señor es mi copiloto” en frente del viejo chofer, en los anuncios de años pasados, y en los asientos; testimonios de romances, infidelidades, declaraciones, propuestas y mentiras. “Andrea y pico”, “Te amo Marcelo profe”, “Dayana me mentiste, pero yo me voy a vengar del conchetumare”, “Lo que voy a contar aquí es la historia…”. Así se mantuvo ocupado durante los cincuenta minutos de viaje en que la micro no había parado de sonar, mezclando el ruido propio con la programación de “Radio Corazón”, que él afortunadamente había podido menguar con su discman, recién comprado, que había acabado con su tan riguroso presupuesto.
Se puso de pié al pasar por la iglesia San Francisco, era hora de bajar. Tocó el timbre. Santa Lucía era un buen lugar, tranquilo y alegre, pensaba que ese era el lugar donde él se merecía vivir, un lugar para disfrutar. Sin embargo no tenía como ni con quien vivir. Su única compañía era su reproductor de discos, con el cual ahora disfrutaba el Unplugged de Alanis Morissette.
Cuando llegó al Parque Forestal se sorprendió mucho, esperaba ver menos gente, aún así no reconoció a nadie. Había quedado de venir con un amigo pero el acuerdo se había roto por medio de un mensaje en que decía estar enfermo, al cual respondió “Mentira, tienes miedo. A lo mejor salgo en la tele, así que aprovecha la cuarentena pa’ buscarme”. De todas formas lo comprendía, él también tenía vergüenza, miedo o algo que le impedía sentirse cómodo, a pesar de estar aún con ropa y de todos esos meses en el Circo Teatro.
Como siempre había llegado tarde, eran las 8:25. Pudo ver cómo los organizadores estaban colapsados ante tanta gente, tratando de organizarlos y hacer las fotos. Había esperado tanto este día que no iba a perder la oportunidad de participar por uno más de sus atrasos, así que rápidamente se sacó la ropa, pasó las vallas y comenzó a buscar a la Pily, con quien compartiría la experiencia. Advirtió que con la multitud le resultaría un tanto difícil encontrar a su amiga; había leído en el diario que los organizadores no esperaban más de cuatrocientas personas mientras ella no más de cien. Sin embargo todos los pronósticos fallaron: su puntualidad, la cantidad de personas participantes y su compañía, que seguramente la estaría buscando. Así que comenzó una caótica búsqueda de la chica con quien jugaba a las muñecas, con la que compartió su banco de Kinder a Cuatro medio, con la primera que probó el cigarro y con la que hoy se pasearía desnuda en plena costanera.
Nunca se había desnudado en público, él era de los que en la playa se bañaban con polera, no se duchaba en otro lugar que fuese su casa, menos andar desnudo en la casa, en fin era el blanco perfecto para los cuatrocientos evangélicos que se reunieron en las cercanías del Bellas Artes para tratar de impedir el evento o convencer a los participantes de no cometer pecado. Un señor se le acercó y le dijo “Mijito, usted parece ser de una buena familia, ¿Pa’ que lo va a hacer?” ante la indiferencia una señora, seguramente la esposa del hombre, comenzó a persignarlo y a rogarle arrepentimiento, aún así estaba demasiado convencido de lo que iba a hacer y no dejó intimidarse por ese importante grupo de personas, que sentía que estaban en su derecho tan valido como el suyo de seguir su convicción. Como había llegado temprano, aprovechó de dejar sus cosas en un buen lugar; fue uno de los primeros en desnudarse después de un anciano de sesenta años, de un hippie y de dos tipos tan normales como él. En un principio recordó las frases de los evangélicos aunque en seguida las olvidó disfrutando el momento en plena soledad. El sector era mucho más bello, ahora sin autos, miedos y ropas, se sentía como un niño que caminaba libre por las calles creadas por obra del mismo señor que los disidentes alababan, pero con el fin de que los hombres “fuesen libres”. Se sentía más cristiano, más libre que nunca.
Las órdenes de Tunck se oían por medio de intérpretes, que con megáfonos aducían a la multitud a ordenarse para comenzar con la sesión. Se cuestionaban si eran ellos o las cuatro mil personas quienes dirigían la situación, aún así emitían las órdenes con fuerza y seguridad. ¡Que se siente la primera fila! ¡Que las embarazadas pasen adelante!, “Serios y concentrados, sin gafas. Recuéstense hacia atrás, sobre su vecino. Atentos por favor”
Estaba demasiado feliz, a pesar de no haber encontrado a su amiga, sentía el momento como algo maravilloso e inolvidable donde quizás el haber vivido la experiencia sin ella le daría la posibilidad de consolidar aún más su larga amistad. El ambiente era de risas, un hombre había comenzado a cantar el himno nacional, que en seguida fue seguido por cientos y luego miles de personas que como ella veían esto como el verdadero “Orgullo Nacional”. Al culminar aplaudieron y en seguida siguieron al pie de la letra las órdenes del fotógrafo, ahora comúnmente conocido como “el guatón”.
El largo pelo de ella caía sobre su cara, él con mucho cuidado lo tomó y lo dispuso bordeando el hombro izquierdo de ella, se miraron y sonrieron. Sintieron el flash de la primera foto; salían mirándose, desafiando el orden en el preciso instante en que todos juntos afrontaban a la sociedad misma, a sus prejuicios, esquemas y convenciones. Eran la naturaleza por sobre la cultura, y eso los hacía felices.
Tunick hizo un par de repeticiones, donde pudieron mirar el flash. Eran las 9:10 de la mañana, y llevaban dos horas en el lugar. Finalmente el fotógrafo agitando una bandera chilena dijo: “Thank you”.
De ahí en adelante los cuatro mil participantes quedaron realmente libres, corrieron, saltaron, jugaron, vivieron. José y Sofía –él y ella- se dieron compañía tomándose de la mano, haciendo como si fuesen grandes amigos, las dos personas más conocidas del planeta, que disfrutaban el momento como si fuese sólo de ellos dos; el resto era sólo el complemento de ese momento tan propio, íntimo, tan esperado. Comenzaron caminar, a buscar a la Pily, pues Sofía quería presentarle a quien había acabado con su soledad. No la encontraron, aún así se entretuvieron observando a los diferentes tipos de personas presentes: habían punks, hippies, artistas, borrachos, cuicos, flaites, adultos, ancianos, famosos; guatones, flacos, rubios, morenos, altos, chicos, pelirrojos, chinos, etc. Era un real punto de encuentro, donde no existían diferencias, donde todos eran felices.
Estuvieron alrededor de una hora jugando y compartiendo, la gente comenzó a irse y José a sentirse pudoroso por lo que invitó a Sofía a buscar su ropa. Caminaron un poco, hasta llegar al escondite donde permanecían todas sus cosas, las tomó y se las puso sobre el hombro. Ella le preguntó por qué no se la ponía y él le respondió que quería finalizar el momento junto a ella, así que caminaron hacia donde estaban sus cosas. Sofía había dejado los suyo al costado de un árbol donde había escrito su nombre, sin embargo sus cosas no estaban.
Comenzaron a dar vueltas por el alrededor, por si algún perro las había tomado; quizás no era su día de la suerte pues estaban, pero todas rotas y mordidas. Sofía sonrió al encontrar sus documentos en el bolsillo del pantalón y dijo “Bueno, el perro también quería disfrutar”. Se sentaron y comenzaron a revisar que tan usables estaban sus cosas, rieron y rieron al ver que ni siquiera servían para cubrirse un poco. Se quedaron largos minutos riendo, conversando y disfrutando el estado hasta que llegó un carabinero que les señaló que debían vestirse, pues el evento ya había acabado o de lo contrario serían detenidos, hizo un gesto y se retiró. Notaron una sensación extrañan el él, algo así como “una envidia sana”, pero le hicieron caso. Como hacía frió, José tenía un buzo bajo el pantalón, tomó también un sweater y se los prestó a Sofía, la miró y se rió. Ella le aseguró que con su ropa se veía bastante menos graciosa, y comenzaron a caminar, ahora alejándose del Parque forestal.
Caminaron hasta el cerro Santa Lucía donde se quedaron largas horas conversando sobre sus vidas, aspiraciones y por supuesto, sobre qué los había llevado a sacarse la ropa frente a Tunick. Eran cerca de las una cuando Sofía le dijo que debía irse, de este modo comenzaron a caminar hacia el Metro. Compraron boletos y caminaron al andén con dirección San Pablo. Al llegar a la estación Los Héroes, se despidieron con un beso y la promesa de juntarse el domingo siguiente a la misma hora y en el mismo lugar, lo que claramente significaba un gran sacrificio. Sofía bajó, dio tres pasos y volvió la vista para entregarle una sonrisa a quien había hecho ese día mucho más inolvidable de lo que ella esperaba.
Las razones.
Al tomar como referencia la frase “José llegó. Sofía lo esperaba. José la besó. Sofía lo esperaba”, me encontré con la dificultad de crear una representación que no estuviese relacionada con el tema afectivo. Después de pensar y pensar, llegué a la conclusión de que debía hacer un relato “rosa”, pero que tenía que darle un sustento.
Ahí, y relacionando con los temas vistos en la cátedra, opté por relatar un encuentro entre dos desconocidos, parte de una sociedad postmoderna que ven un hecho “Carnavalesco” como la instancia precisa para romper con los esquemas.
Lo Postmoderno fue insertado en las características o acciones de los personajes. José es un joven que vive en una dicotomía, por un lado estudió lo que quiso, pero no lo practica producto de su necesidad por mantenerse económicamente. Es un personaje tímido, que a pesar de sus estudios, acepta castigos, malos pagos, deudas, etc. Sofía por su parte, está muy interesada en el evento, es una joven que necesita ser parte de algo, que su vida o lo que hizo en ella tenga trascendencia.
Cuando decidí insertar el encuentro de los dos personajes dentro de un hecho carnavalesco, dudé entre la visita a Chile de “La Pequeña gigante” o de Spencer Tunick. La primera significó una liberación de Santiago, un “caos” necesario, en que una multitud volvió a la niñez siguiendo a la marioneta en su búsqueda del temible Rinoceronte; todo el funcionamiento de la capital giraba en torno a ella, las actividades de la Presidenta, los recorridos de las calles, la actividad policial, etc. Sin embargo, la segunda además de producir efectos similares, brindó la posibilidad de que esa multitud pudiera utilizar la sesión fotográfica para refutar parte de los prejuicios sobre nuestra sociedad, principalmente los ligados al ámbito sexual.
Para construir un relato lo más riguroso posible acudí a la Biblioteca Nacional en búsqueda de periódicos. Revisé “La Tercera” en sus ediciones del día 30 de Junio, 1 y 2 de Julio, y “La cuarta” del día 1 y 2 de Julio del 2002. Con el ejemplar del día 30 de Junio pude ejemplificar el carácter cíclico de los medios actuales, fue sorprendente cómo lo de hace cuatro años se repetía ahora, aunque con nuevos personajes. Del resto revisé relatos, noticias y opiniones de expertos, las cuáles me sirvieron para construir la personalidad, actuar y anécdotas de José, Sofía y el resto de los personajes. También utilicé un archivo (en texto) del programa “Testigo” de Canal 13, que me permitió darle una correcta cronología a los hechos.
Por último, sobre el título del cuento, éste es uno de los temas que más me cuasta a la hora de representar algo, por lo que opté por tomar una de las frases obtenidas dentro de mi documentación (Dentro del caos). Esta alude a una situación que podría haber ocurrido, como es el encuentro entre dos desconocidos, que sin embargo pasa desapercibida dentro de lo que es considerado “Noticioso”
domingo, 1 de julio de 2007
José y Sofía...In progress
Bueno, dos de ellos son Sofía y José. Dos de aquellos que mandaron a la mierda un par de esquemas. Pero esto aún no lo escribo.
Por ahora, lo que llevo. Porfa comenten y sugieran.
"Había repartido cartas, fotocopiado y compaginado documentos, recibido quejas por su lento actuar, y aún así estaba contento. Dichoso de que pasaran las horas, los días, las semanas y el mes, para recibir el sueldo; ciento sesenta y siete mil novecientos treinta y tres pesos lo hacían feliz, o bien le daban los recursos para poder serlo.
Cien mil pasaban directo al arriendo, los gastos comunes y la alimentación; cuarenta para pagar la infinita cuota de CMR que hasta el momento había sido la gran auspiciadora de su impecable pinta; diez para la micro; cinco para libros y discos (siempre ofertas); otros cinco para “La nación”; diez para disfrutar la juventud; dos mil para sopaipillas, arrollados primavera, u otro concepto afín; tres mil quinientos para cargar el celular; dos mil para el chanchito, mil para dos kilos de palta; y los tres pesos para alguna fundación. Los cuatrocientos treinta pesos restantes eran los que mejor invertía.
El teatro callejero siempre fue su pasión, desde niño amó el circo en especial los payasos, frecuentó las calles del centro para ver los espectáculos de “los hombres estatua” y finalmente decidió tomar cursos de clown en el “El gran circo teatro de Chile” donde fue galardonado por su talento ajeno de pretensiones, pero a pesar de ello, nunca pudo actuar. Sentía que ese no era su rol: a él le correspondía crear, y por ello consiguió trabajo para sostener su empresa, y destinó aquellos pesos sin justificar–divididos en treinta raciones- para el mejor show del día.
Llegaron las cinco y media de la tarde, y se declaró libre. Marcó tarjeta y salió de la oficina para iniciar un largo camino a su casa. Aprovechó de caminar por Ahumada para ver a los vendedores, los transeúntes, uno que otro lanza, y por supuesto, las “Estatuas humanas”. Una le llamó la atención, era una chica muy joven vestida de “Amelie”, la protagonista de su película favorita, a ella le entregó sesenta pesos (lo que corresponde a dos días de colaboraciones), la chica lo miró, le dio la mano y lo sacó a bailar, al terminar se reubicó para quedarse muy quieta a la espera de más gente dispuesta a darle una moneda. José siguió caminando.
“La Tercera” había llegado temprano, como siempre, y eso la alegraba. Tomó el periódico para ver que decía frente al tema. Conflictos limítrofes con Bolivia, tensos díalogos entre políticos-empresarios, críticas hacia Bush, los secretos de la pareja del momento y una amplia fotografía de un popular futbolista quien apostaba por el triunfo de uno de los competidores del campeonato mundial de fútbol. En fin, lo mismo de siempre, y Tunick no aparecía.
Sentía desilusión de que el único tema relevante para ella no fuera motivo de portada, se preguntó si su vida era “importante” y comenzó a buscar en las páginas interiores.
La página 20 anunciaba en un pequeño recuadro el cambio de recorridos automóviles por motivo del desnudo masivo que se realizaría frente al Museo de Bellas Artes, al cual asistiría a como de lugar. Siguió revisando, con la esperanza de encontrar una mejor cobertura.
Cultura y espectáculos dedicaba una plana a Tunick, sus desnudos, la razón que lo traían al país, y cómo llegó a pensar el Parque forestal era el lugar perfecto realizar nuevas tomas para “Nude adrift”, una serie de fotografías tomadas en las principales ciudades del mundo, y cómo Santiago llegó a ser una de ellas por medio de los miles de mails de personas interesadas en sacarse la ropa y un par de otras cosas. Ella quien había escrito meses atrás cerraba el diario tras leer el horóscopo, y se aventuraba a ser parte de un evento que auguraba como imperdible.
Las calles, como siempre, estaban sucias y atestadas de vehículos desenfrenados, uno de ellos era la 606, la micro que debía tomar para llegar a Alameda y así caminar alrededor de diez minutos hacia el lugar de los hechos.
La micro era “una reliquia”, se podía advertir los miles de viajes realizados por el sonido del motor, los ventanales rotos, la desgastada araña en la palanca de cambios, el desteñido “El Señor es mi copiloto” en frente del viejo chofer, en los anuncios de años pasados, y en los asientos; testimonios de romances, infidelidades, declaraciones, propuestas y mentiras. “Andrea y pico”, “Te amo Marcelo profe”, “Dayana me mentiste, pero yo me voy a vengar del conchetumare”, “Lo que voy a contar aquí es la historia…”. Así se mantuvo ocupado durante los cincuenta minutos de viaje en que la micro no había parado de sonar, mezclando el ruido propio con la programación de “Radio Corazón”, que él afortunadamente había podido menguar con su discman, recién comprado, y que había acabado con su tan riguroso presupuesto.
Se puso de pié al pasar por la iglesia San Francisco, era hora de bajar. Tocó el timbre. Santa Lucía era un buen lugar, tranquilo y alegre, pensaba que ese era el lugar donde él se merecía vivir, un lugar para disfrutar. Sin embargo no tenía como ni con quien vivir. Su única compañía era su reproductor de discos, con el cual disfrutaba el Unplugged de Alanis Morissette.
Cuando llegó al Parque Forestal se sorprendió mucho, esperaba ver menos gente, aún así no reconoció a nadie. Había quedado de venir con un amigo pero el acuerdo se había roto por medio de un mensaje en que decía estar enfermo, al cual respondió “Mentira, estay cagao’ de miedo. A lo mejor salgo en la tele, así que aprovecha la cuarentena pa’ buscarme”. De todas formas lo comprendía, él también tenía vergüenza, miedo o algo que le impedía sentirse cómodo, a pesar de estar aún con ropa y de todos esos meses en el Circo Teatro."
Mañana, full edition.
sábado, 16 de junio de 2007
"La cosa más facha que he visto en mi vida"
Los estudiantes secundarios han continuado con las tomas de sus establecimientos, pero la política del Gobierno de desalojarlos con firmeza, aunque sin violencia, ha impedido que la protesta estudiantil se generalice y llegue a paralizar a la educación chilena. No obstante, esa errada conducta estudiantil se reitera y se extiende a otros segmentos, hasta el punto de que, una vez más, la sede central de la principal casa de estudios del país ha sido tomada por un grupo de alumnos. Para proceder a su desalojo, en este caso se requeriría de la solicitud del rector del plantel. Entretanto, adhieren al paro las facultades de Agronomía, Ingeniería Forestal, Periodismo, Teatro, Arte, Medicina y Asuntos Públicos.A no dudarlo, la actitud complaciente de la autoridad cuando se iniciaron los movimientos estudiantiles el año pasado ha estimulado a los alumnos a continuar por el camino del uso de la fuerza. La admiración que entonces despertó entre diversos dirigentes políticos la protesta no siempre pacífica de los estudiantes puede haber transmitido un mensaje equívoco a los jóvenes, que por su edad y condición son muy receptivos a las influencias ajenas.El grupo de alumnos de la Universidad de Chile que ha forzado su ingreso a su casa central puede terminar por provocarle un grave daño a la institución que tiene la misión de formarlos intelectualmente. Desde luego, en las circunstancias actuales, en que los egresados de la enseñanza media, a diferencia del pasado previo a 1981, cuentan con varias opciones de calidad, pierde atractivo una universidad que puede estar sujeta al poder del más fuerte, en su sentido más primitivo. Al menos los más estudiosos -aquellos que obtienen los mejores puntajes de selección y que luego son considerados en la elaboración de los rankings de calidad de las universidades- no se formarán una buena idea de un plantel semejante.En el último tiempo se ha venido debatiendo sobre la importancia de los pares en la educación; es decir, si el rendimiento de un alumno está influido, para bien o para mal, por el rendimiento de los demás. El caso de la Universidad de Chile puede entregar un argumento a quienes observan que cuando se trata de perjudicar el rendimiento de los demás, la presencia de malos alumnos resulta, sin duda, relevante.Después de haber estado algunos años en la universidad, cabría esperar que los estudiantes hubieran aprendido que nunca se justifican la violencia ni los métodos de fuerza que algunos de ellos emplean contra los demás miembros de la comunidad académica. Si no lo han aprendido mediante el ejercicio de la razón que supone el cursar estudios superiores en una institución de alta tradición académica y cultural, debieran haberlo aprendido de la experiencia. En Chile ya tuvimos una generación de estudiantes que creyeron en esos métodos, los impulsaron y luego propugnaron que toda la sociedad debía seguir su camino. En alguna medida lo consiguieron, pero la historia posterior reveló que los menos preparados para enfrentar una contienda de fuerzas eran los propios estudiantes y los académicos. Esa dolorosa experiencia hizo que los chilenos de todos los sectores políticos aprendieran a valorar la democracia, el diálogo civilizado y los acuerdos amplios.Las tomas y el uso de la fuerza para imponer un punto de vista debieran haber quedado superados en la sociedad chilena, pues sabemos que pueden ser el primer paso hacia una declinación de la convivencia civilizada. Si los jóvenes de la más importante universidad chilena piensan lo contrario, el futuro de nuestro país podría verse enfrentado a indeseables eventualidades. Si hay grupos políticos que alientan tales aventuras, por cálculos de corto plazo, harían bien en reconsiderar su apoyo."
viernes, 15 de junio de 2007
"Uninvited"
Hoy, como muchas otras veces, acudí a "Youtube" para calmar mis deseos por ver a Alanis Morisette en vivo.
Todo comenzó así. Viajaba de Santiago a Rengo, tras haber dejado a mi tía Bilsa en el Aeropuerto cuando sintonicé "Rock & Pop", que en esos tiempos transmitía conciertos "En directo", y ese día era el de Alanis.
Yo la ubicaba desde que "Ironic" era el gran Hit del 95', incluso creo haberla visto en "Venga conmigo" promocionando su primer concierto en Chile. Sin embargo, no me llamaba la atención.
Ese viaje fué lejos el que más disfruté en mi vida, y eso me llevó un par de días después a comprar "MTV Unplugged".
Luego comencé a comprar, conseguir o recibir todo materal discográfico; cada cumpleaños fué la oportunidad para completar mi colección. Pero yo quería verla en vivo.
Así, y a falta de conciertos en Chile, comencé a descargar temas en vivo, que me permitieron en cierta medida apaciguar mis intenciones, entre ellos el segundo concierto que transmitió la emisora un año después, que yo grabé con la mejor calidad posible y que incluso lo traspasé a mp3 a modo de poder disfrutarlo en mi reproductor de música de entonces.
Hoy ingresé en el buscador de Youtube "Alanis Morisette" y comencé a ver aquellas presentaciones que aún no pasaban por mi retina, entre ellas una que se titulaba "Uninvited" y que aparecía como "Extasiante", simplemente la abrí. No sé, será que este mundo es muy pequeño, pero era la misma que yo había grabado años atrás; simplemente la ví y la disfruté tanto como aquella vez.
De esta forma, decidí iniciar el "encuentro cercano del tercer tipo" de esta publicación, que con estas palabras culmina.
P.S:
acá dejo unos links para que disfruten
- El tema en cuestión : http://www.youtube.com/watch?v=4tQ4f5LrDoE
- Crazy, cover de Seal, en vivo: http://www.youtube.com/watch?v=jUra34P0j2E
- My Humps, parodia del tema de Black eyed peas: http://www.youtube.com/watch?v=W91sqAs-_-g&mode=related&search=
- That i would be good, en MTV uNPLUGGED: http://www.youtube.com/watch?v=44TRkB9dxvE
- I was hoping: http://www.youtube.com/watch?v=eJ3bmGTDg1c
- Flinch: http://www.youtube.com/watch?v=O9mww_drXf0
- No pressure over capuccino, uno de mis favoritos: http://www.youtube.com/watch?v=-6Wrns-Maao
- Not the doctor, en esta se las manda: http://www.youtube.com/watch?v=JadhExZb5Vk
domingo, 10 de junio de 2007
"Mi iPOD y mi SonyWalkman...¿Alguien me puede enseñar a evitar el consumismo?
sábado, 9 de junio de 2007
Había llegado temprano para estudiar redacción, actualidad o Historia. Sin embargo las circunstancias me llevaron a dejar de lado mi deber estudiantil ante la grata oportunidad de compartir con mis compañeros.
Ahí me enteré del mail que había enviado mi profesora de ética, María Olivia Monckeberg. En él señalaba que tendríamos clases con la profesora de la otra sección, Faride Zerán, pues ambas habían acordado realizar un “intercambio de cátedras”.
La idea me pereció genial; siempre quise tener clases con ella, o mejor dicho, desde que Patricia Matus de la Parra-alumna de segundo año de la carrera y amiga del colegio- me convencía de que periodismo era lo que debía estudiar y para ello me hablaba de los ramos y de los excelentes profesores que tenía, entre ellos la persona que dirigiría mi próxima clase de “Ética y tratamientos periodísticos”.
Eran las 10:15 de la mañana y mi profesora de ética se acercó para asegurar que su correo había sido recibido en forma exitosa por sus alumnos. Luego se acercó a nosotros una secretaria, quien nos informó que Faride Zerán estaba atrasada.
Minutos después llegó-como diría Richard Sandoval- “descarada”, con un notable atraso. De todas formas eso se acepta y se perdona a alguien como ella.
Con una tenida que mezclaba el blanco y el burdeo con el café de su piel y el negro de su cabello, nos saludó para de confirmar si éramos los alumnos de “la sección dos”. En seguida nos invitó a ingresar a la sala. Fui uno de los primeros, así que me ubiqué en la segunda fila para oír tan esperada clase.
Comenzó presentándose, acompañada por un ímpetu y una voz inigualable; un timbre que recuerda esas frecuentes enfermedades respiratorias de invierno y alérgicas de primavera. De ésta forma, y pasando la lista, inició la clase.
El tema a tratar fue “el nuevo periodismo”, un movimiento surgido en el siglo XX en el cual “periodistas escriben como escritores”, presentando los hechos de tal forma que parezcan ficción, pero guardando un gran respeto a la veracidad y la ética.
Se refirió a los máximos representantes de este movimiento, entre ellos Tom Wolfe, Truman Capote y Gabriel García Márquez. De éste último comentamos “Noticia de un secuestro”, obra que será evaluada dentro de la próxima prueba de esa cátedra.
Y siguiendo con el máximo expositor del género en América latina, nos presentó una particular entrevista a la cual fue sometido, realizada en 1997 por el entonces “novato periodista” Boris Muñoz, publicada por los medios “Página 12” y “Sala de Prensa” y reproducida por “El periodista” en su edición del 9 de Marzo de 2007.
Comenzó a leer el texto con bastante dificultad, seguramente no acostumbraba a leer fotocopias. Se detuvo y nos preguntó si alguien querría leer bien, pues la letra le complicaba. Sin respuesta favorable advirtió que seguiría, pero si se cansaba, alguien asumiría su rol.
La lectura avanzaba y mi impresión por el relato aumentaba. Al finalizar Faride Zerán nos pidió comentarios, pero pocos atendieron. Entonces con actitud se acercó a quienes mantenían silencio y con un autoritario “tú” los hizo hablar.
Finalmente y tras haber cumplido su objetivo, nos invitó a progresar en “el mejor oficio del mundo” como lo define tanto García Márquez como ella. A aprender la pirámide invertida para luego olvidarla, a modo de “escribir como los dioses”. De esta forma y manifestando el gusto de habernos conocido, se despidió.
jueves, 31 de mayo de 2007
"La única diva que ha pisado suelo chileno"
Tenía suficiente tiempo para terminar mi ensayo y dormir la cantidad de horas necesarias para un estudiante como yo. Sin embargo mi nuevo tono de Amelie comenzó a sonar y contesté; era Afro, mi gran amiga, quien me llamaba para preguntarme si me podía visitar. Yo con mi acostumbrado mal No, le dije que bueno.
Conversamos largas horas, reimos y vimos fotos, entre ellas las de nuestro seguimiento a "la pequeña gigante".
Que Bolocco, ni que nada, la única diva que ha pisado nuestro territorio es ella, la única capaz de hacer colapsar el transporte público antes del 10 de febrero. Dejando a los últimos ejemplares del anterior sistema sin poder avanzar, a los automovilistas sin poder pasar por "plaza italia", en fin, a todo Santiago revolucionado.
Esos días se estableció el régimen de lo carnavalezco, donde la oficialidad se fué a la mierda, y la felicidad se apoderó de todos nosotros; todos volvimos a ser niños.
Esos días disfrutamos al máximo.
Entre tanto recuerdo y nostalgia, el tiempo pasó. Afro se fué, y yo recién comenzaba a hacer mi ensayo.
De todas formas, "La noche es joven" dicen por ahí.
domingo, 27 de mayo de 2007
Etica y Boloccazos; giros y más giros.
Después de decidir que no asistiría al carrete de Chiri, llegué a mi casa con la intención de avanzar en "Manual de ética comparada", sin embargo el caso Bolocco como posible pregunta en la próxima evaluación me llevó a soportar (o mamar) la más de media hora con que el programa "Primer plano" abordó el tema.
El asunto, por mas farandulezco que parezca, es una muy buena oportunidad para discutir acerca de cuando un hecho de la vida privada pasa A SER DE INTERÉS PÚBLICO, Y COMO ESTE PUEDE SER EL FRUTO DE CUANTIOSAS GANANCIAS PARA MEDIOS QUE NO SIEMPRE ACTÚAN DE ACUERDO A LOS PRINCIPIOS ÉTICOS QUE TANTO Mº OLIVIA MöNCKEBERG COMO FARIDE ZERÁN LUCHAN POR INCULCARNOS.
Hoy, y como todos los Domingos acudí a comprar "La Nación Domingo", y así como esperaba, el tema de esta edición fué el nuevo Bolocazo.
Un extenso reportaje y unas opiniones bastantes interesantes, entre ellas la de la directora del ICEI, hacen de esta edición un imperdible.
Sin embargo, hubiese deseado que Lemebel en su "Ojo de loca no se equivoca" se hubiese referido al tema, con su particular visión de mundo.
Simplemente los invito a comprar esta edición y de esta forma contribuir con el progreso de un medio diferente, y a informarse de buena forma sobre un caso que recién comienza a tornarse interesante.
Y, finalmente los invito a comentar sobre vuestras visiones acerca de lo público y lo privado.
jueves, 17 de mayo de 2007
En esta edición: Patricia Matte
Mi padre me llamaba para que lo fuera a ver a la ostentosa casa central de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que se encuentra a menos de una cuadra de mía. No lo veía hace varias semanas, así que fui sin ninguna vergüenza. Llegué al aula magna, donde pude ver con mis propios ojos las diferencias en cuanto a infraestructura, espacios comunes (obviamente no hay un equivalente a nuestros pastos) y alumnos (97,56% pelo lays, too much, o simplemente acomodados).
A mi padre “se lo había tragado la tierra”, cosa que no me sorprendía entre tanta gente que sobrepasaba los 1.70 mt., finalmente lo encontré, lo saludé y hablamos acerca de mis notas, que afortunadamente son conversables, de mis pretensiones por suscribirme a Le monde, y sobre la razón que lo traía a estas tierras atestadas de smog, caras largas, y un par de otras cosas que se alejan de lo que con este artículo pretendo contar.
Ahí me enteré que la razón era un seminario, que organizaba la facultad de Comunicaciones y Asuntos públicos de esa casa estudiantil, que convocaba a profesores de todo el país a oír las críticas, propuestas, y proyecciones acerca de la Ley general de educación, de un panel que no puedo definir de otra forma que no sea “de miedo”. Un psicologo PUC de nombre olvidado, el adorable alcalde de La Florida Pablo Zalaquett y la señora Patricia Matte, presidenta de la sociedad de instrucción primaria, mostraron los aciertos, ambigüedades, y errores de este proyecto, que según ellos no contribuye a mejorar la educación.
El lucro y la selección fueron presentados como asuntos casi intocables, o bien, que deberían estar sujetos, así como la gran mayoría de las cosas del Estado, “a la libertad”. Asunto que personalmente considero cuestionable.
El día se tornaba noche cuando llegó el momento de las preguntas, yo con mucho gusto redacté y envié la mía, que con un poco de suerte podría ser respondida, por el personaje claramente más relevante de ese panel, la “guardiana del lucro” Patricia Matte. La Fortuna no estuvo a mi favor, pues el tiempo sólo propició una pregunta bastante general.
De este modo la periodista que actuaba como moderadora agradeció a los presentes, la gente se fue, y yo encaminé a mi padre iniciando asì mi camino a casa.
Sin embargo, no estaba contento pues mi pregunta no había sido respondida.
Regresé al aula magna, y ahí se encontraba ella. Yo me acerqué, esperé que despachara a un señor (de la “Alta Zoociedad”, como en “La Nación Domingo”) y acudí a ella planteándole mi inquietud sobre qué tanto había tomado en cuenta las estadísticas que mostraban la casi absoluta preponderancia de la educación pública en los países con más altos estándares de calidad, donde las excepciones Bélgica y Australia que presentan casi una igualdad entre públicos y privados subvencionados, que no pueden seleccionar en educación básica ni lucrar.
Ella me manifestó que sí estaba al tanto, pero que Chile no estaba en la misma situación que esos países, pues se encontraba en un proceso en transición por mejorar la educación, del cual la LGE no era la real solución, pues asuntos como el lucro no son lo primordial. Sobre éste me explicó su posición, que en mí generaba dudas, pues una presidenta de una organización sin fines de lucro defendiera su obtención me parecía extraño.
Lo que la señora Matte defendía no era la utilidad en sí, sino más bien la libertad de un sostenedor para decidir que opción tomar, aunque sujeto a una mayor y mejor fiscalización, cosa que el mensaje de la presidenta no dejaba claro.
Hizo hincapié de que lo primordial era mejorar la educación, y que para ello trabajaba en un proyecto alternativo de ley, pues siguiendo con su pensamiento, su objetivo era mejorar de una vez por toda la educación en Chile.
¿Es esto entonces el inicio de una UDI constructiva? ¿Por qué no lo fueron con el Transantiago?. Sobre lo primero me respondía afirmativamente, y sobre el transantiago, agradeció a Dios por no viajar en ese sistema que consideraba, si es que mi memoria no falla, como “insostenible”. También me manifestó sus deseos del regreso de las amarillas, frente a lo cual le pedí que me aclarara si eran las amarillas o sus recorridos. Claramente era lo segundo.
Así comenzamos a salir de aquellas dependencias, de las cuales, afortunadamente, no estoy adscrito , con la gratificante sensación de haber conseguido mi propósito-hablar con “la guardiana del lucro”- sin mucha vergüenza, y de haber dado comienzo, por medio de esta publicación, a mi primer blog.
Espero que les guste, de lo contrario manifiéstenlo a modo de mejorarlo. Nos vemos. Xau